La transformación digital cambia por completo el futuro de los modelos de negocios, basada en las personas y no únicamente en la tecnología.
Esta transformación plantea grandes desafíos a las compañías y administraciones, en especial para las empresas B2B, de forma que, si quieren mantenerse activos exitosamente, no les queda otra que adaptarse a los constantes cambios y evoluciones tecnológicas que suceden progresivamente para mantenerse actualizados y conectados con todo y con todos de la forma más eficiente posible. En Ipanema somos plenamente conscientes de la gran dificultad que puede ocasionar esto para algunas empresas, por eso, hemos detallado cinco fases a seguir, a modo de checklist, para conseguir una satisfactoria transformación digital y no morir en el intento.
Para poder llevar a cabo una transformación digital en tu empresa, es primordial que tu equipo esté preparado para ello. Es decir, que todo el equipo de tu empresa se sitúe en un contexto digital en el que conozcan con profundidad la tecnología necesaria para llevar a cabo su trabajo, dominen las herramientas que ofrece Internet y las redes sociales que están transformando el mundo de los negocios y las relaciones interpersonales.
No obstante, somos conscientes que no todo el mundo puede estar preparado para ello, por esto, te recomendamos que antes de implementar un nuevo sistema, hagas formaciones para que aprendan a utilizarlo poco a poco y se familiaricen con él. No intentes hacer una transformación digital de un día para otro porque nunca sale bien.
Para definir la estrategia digital de tu empresa es necesario tener en cuenta todas las áreas que intervienen:
Trazar el mapa de ciclo de vida del cliente.
Analizar el feedback de los consumidores.
Alinear la tecnología y los procesos de los cambios.
Situar el cliente en el centro redefiniendo el modelo organizativo.
Implicar a los ejecutivos y líderes.
Integrar una nueva cultura de constante aprendizaje en toda la empresa.
Aplicar métricas adecuadas para medir los cambios.
Es importante que los directivos y colaboradores pierdan el miedo a los cambios y puedan reinventarse y capacitarse con una actitud emprendedora, abierta al aprendizaje, a la investigación, innovación y al análisis con objetivos como:
Crear redes sociales corporativas.
Aumentar el trabajo colaborativo.
Potenciar el liderazgo abierto.
Desarrollar una cultura de experiencia de cliente.
Antes de empezar con la implementación de programas y herramientas totalmente digitales, deberás tener claros qué proyectos digitales quieres sacar adelante. A continuación tienes un listado con recomendaciones.
Creación de una base de datos de contactos y clientes.
Creación de un CRM.
Creación de procesos de gestión de experiencia diferenciales del cliente.
Revisión y creación de web y blogs para aumentar el engagement con la audiencia.
Definición de la estrategia de contenidos.
Identificación de negocios, productos y procesos digitales, así como de KPI’s específicos.
Plan de marketing digital, social media, reputación digital y gestión multicanal.
Desarrollar un proceso de mejora continua: planificar, realizar, medir y actuar. Es esencial consolidar una actitud de aprendizaje admitiendo y corrigiendo errores para seguir adelante en momentos de cambios.
En definitiva, la transformación digital no solo se basa en adaptarse a los avances tecnológicos, sino que es un proceso que involucra a todas las personas de una misma organización y supone nuevos elementos organizativos, así como redefinición de roles.
En especial, adquiere una importancia relevante la figura de un nuevo ejecutivo como actor principal de esta transformación: El Chief Marketing Strategist (CMS) o Director de Estrategia de Marketing. Esta nueva figura se encarga de aunar capacidades tanto en el ámbito de creatividad como conocimiento tecnológico. Su función principal es la de alinear los objetivos de negocio con las capacidades tecnológicas de las soluciones que ofrece el campo del marketing y facilitar los procesos internos, así como impulsar nuevos modelos de negocio.