A diferencia de las marcas que venden productos B2C, a las empresas dedicadas al B2B les es más difícil crearse una reputación e imagen de marca. Que esta sea reconocible y memorable son dos de los objetivos que se imponen las marcas B2B, pero para conseguirlo, el branding juega un papel fundamental.
Cuando hablamos de marcas memorables y reconocibles nos referimos a aquellas marcas que:
No son ellas las que buscan los clientes, sino que los clientes van a ellas.
No tienen que estar pendientes de lo que hace o deja de hacer la competencia, puesto que no es un problema para ellas.
Cierran ventas de forma más rápida.
El cliente tiene total confianza en ellas.
Para conseguir todo esto, necesitamos el branding, es decir, crear una imagen y diseño de marca potente, que ayude a posicionarse en la mente del consumidor.
Para crear un buen branding de marca es importante tener en cuenta dos factores distintos:
Vamos a profundizar un poco más.
Cuando hablamos de la parte interna del branding nos referimos a los valores de la empresa, es decir, cómo es, quién la dirige, qué quiere transmitir: Marca joven, cercana, elitista, premium, preocupadas con el medio ambiente… La parte interna es donde definimos la personalidad de marca, es decir, la misión, valores y visión que transmitirá a la marca a los clientes y que hará que se posicione en el mercado.
En la parte externa influye el diseño. Son los colores, tipografía, logo corporativo… Aquello que distingue una marca de otra. Cuando vemos el logo de Nike sabemos que es Nike, cuando vemos letras blancas con fondo rojo lo asociamos con Coca-Cola, etc.
Es importante tener en cuenta que toda la parte gráfica de tu marca debe apoyar a la parte estratégica, de esta manera, ayudará a hacer crecer tu credibilidad frente a los clientes.
Sin embargo, para poder llevar a cabo una buena estrategia de branding, primero tienes que saber qué tipo de marca eres. Durante años se han hecho multitud de clasificaciones de tipos de marcas que existen. Nosotros nos vamos a basar en la de Seth Godin, puesto que es la que ejemplifica mejor los tipos de marca que puedes ser.
Según su orden puedes ser una marca:
Mechanical Turk o no branding: Estas son un tipo de marca que trabaja con la aplicación de Amazon Mechanical Turk. Gastando poco dinero puedes disponer de un autónomo para que haga el trabajo que tú le pidas. Si es este el tipo de marca que eres, significa que eres un acomodado, es decir, que la única manera de diferenciarte es el precio. No aspiras a ir más allá.
Handyman: Actualmente eres la única empresa dedicada a tu sector de la zona, pero ¿qué pasaría si llegara competencia?
Craftman: Según Seth Godin aquí es donde se encuentran la mayoría de empresas. Son aquellas que han creado un producto mejor o algo diferente del de la competencia, no obstante, todavía te queda camino por recorrer para poder tener un punto claramente diferenciador con otras marcas de tu sector.
Unique: Tu empresa está bien posicionada, los clientes quieren trabajar solo contigo. Esto permite subir precios y elegir a tus clientes. Sin embargo, la competencia sigue siendo un problema. Todos luchan para ser igual que tú o mejor.
Remakable: Te has convertido en un monopolio, has conseguido crear tu marca memorable.
Para convertirte en una marca Remakable necesitas tres aspectos fundamentales a tener en cuenta:
Una estrategia que te ayude a diferenciarte: Debes conseguir destacar de la competencia creando un producto único, o si no lo es, remarcar muy bien las ventajas y beneficios de comprártelo a ti y no a la competencia. Hazte valer.
El diseño y la parte visual son de suma importancia: La primera impresión que se hará un nuevo cliente será de tu imagen. Por tanto, debes cuidar muy bien los detalles visuales tanto de tu web como de tus RRSS. Una mala primera impresión puede ser una oportunidad de venta perdida. Además, piensa que el branding, es decir, este diseño, formará parte del posicionamiento que tengan los potenciales clientes de ti.
Define bien tu personalidad de marca: Una de las partes más importantes es saber quién eres realmente para poder mostrárselo al mundo. Sé siempre fiel a tus valores e intenta transmitirlos con todo lo que hagas relacionado con la empresa, de esta manera, no te costará esfuerzo a posicionarte en la mente del consumidor cómo realmente eres.
Y aquí se acaban nuestras recomendaciones de hoy. Ahora te toca a ti analizar qué tipo de marca eres y detectar qué te falta para convertirte en una marca Remakable. ¿Crees que necesitas ayuda? Contacta con nosotros y haremos este análisis por ti, encontrando las mejores estrategias de diferenciación para que puedas conseguir tus objetivos.